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La última Bonaparte
El éxito del teatro independiente continúa su segunda temporada en El Camarín de las musas los viernes a las 20:30 hs.
Entramos a una pequeña sala con sillas perfectamente alineadas ante un escenario en el que encontramos dos escritorios enfrentados. Del lado izquierdo, un hombre mira su celular, mientras que del otro lado del escenario una mujer se sirve una taza de té.
Todos los espectadores se sientan y se da comienzo a La última Bonaparte. Mauro saluda a Silvia Pérez, quien estará a cargo de personificar, bajo su dirección, a Marie Bonaparte, la última descendiente de Napoleón y discípula de Freud, en un documental sobre su vida. El alquiler del estudio de grabación es caro (quince mil pesos el día), así que no hay tiempo que perder. Se enciende la cámara y comienza la filmación.
Primero, Silvia debe presentarse. Pero no sólo eso: debe mostrarse alegre y contenta; sin anteojos, por supuesto, que si no parece una abuela; ante la duda, debe sonreír. Se presenta: “Soy actriz, vedette… bueno, vedette no”. Aunque lo diga el guión (y aunque lo diga su currículum), vedette no. Se edita.
Mauro: ¿Decime un color?
Silvia: Naranja.
Mauro: Bueno, cuando hables pensá en naranja.
Siguiente pregunta: Silvia debe responder por qué quiso personificar a Marie Bonaparte en el documental sobre su vida. Silencio. Se edita y seguimos.
Empezamos a recorrer la historia de Marie a través de narraciones, actuaciones y doblajes. Indagamos sobre su infancia, su matrimonio y el tema principal que da origen a su documental: su estudio de la anorgasmia. Paralelamente, nos sumergimos en la vida personal de Silvia, la sex symbol y ex Miss Argentina. Su vida parecía ser un libro abierto, o más bien una revista abierta, pero aquí nos enteramos de todas las páginas faltantes de la sección “chimentos”.
Poco a poco, este documental va redireccionando su foco para trazar un paralelismo entre la vida de Marie Bonaparte, la frígida, y Silvia Pérez, la sex symbol, haciendo reflexionar a esta actriz que intentará responder finalmente por qué quiso interpretar a Marie Bonaparte en este film.
La obra es impactante. A lo largo de estos 60 minutos, sentimos cómo Silvia desnuda su alma ante nosotros, develando los miedos, frustraciones y tristezas del pasado. Si bien por momentos no entendemos la relación entre la historia de estas dos súper mujeres, todo se va armando como un rompecabezas que toma sentido al final.
Sobre su proceso de introspección, Silvia comentó en una entrevista a Nota al Pie: “Al principio no me di cuenta, y en el desarrollo fui descubriendo mi alma. En algún momento mientras trabajábamos junto con Deni (dramaturgia y dirección), tuve una traba, un pasito que no me salía con la música, pero luego me entregué. Es movilizante cada función. Al pasar por el lugar de sex symbol, transité mucho dolor que me llevó a ser quién soy. Pero también hay situaciones contadas con humor. Busqué diversas facetas de mí, para ponerlas en el escenario”.
Finalmente, cabe destacar que esta historia no podría ser contada sin Mauro Álvarez, quien personifica al director del documental. Sus intervenciones sirven para alivianar un ambiente pesado por su contenido emotivo y logran generar ese espacio seguro para que nuestra protagonista pueda abrirse con toda la audiencia. Asimismo, la música de Agustín Buquete acompaña cada momento a la perfección, logrando que las transiciones entre los distintos momentos de la obra sean suaves y naturales.
Libro: Walter Hugo Ghedin
Versión: Dennis Smith
Actúan: Mauro Alvarez y Silvia Perez
Guitarra: Agustin Buquete
Diseño de luces: Ricky Sica
Realización de video: Lucio Bazzalo
Fotografía: Nahuel Berger
Prensa: Bmz Comunicaciones, Marcelo Boccia, Carlos Mazalan, Ariel Zappone
Asistente de prensa: Verónica Larrea
Producción ejecutiva: Luciana Lippi
Producción general: Walter Hugo Ghedin
Dirección: Dennis Smith
Composición: Agustin Buquete
Duración: 60 minutos
Dónde: Camarín de las Musas
Cuándo: Viernes 20:30 hs
Cuánto: ARS 3000
